dimecres, 24 d’octubre del 2018
Biografia Rosa Chacel
Rosa Chacel nació el 3 de junio de 1898. En 1908 se fue a vivir a Madrid al barrio de Maravillas en casa de su abuela materna. Su madre era maestra y le brindó la formación elemental en casa. Rosa estudió dibujo con Fernanda Francés en la Escuela de Artes y Oficios de la calle de la Palma y en la Escuela del Hogar y Profesional de la Mujer e ingresó más tarde en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, que dejó en 1918. En ese momento comenzó a vincularse con la bohemia literaria de los cafés madrileños: el Granja del Henar y la Botillería de Pombo, y también el Ateneo de Madrid.
Se casó en 1921 con el pintor Timoteo Pérez Rubio («Timo»), con quien tuvo un hijo: Carlos. Entre 1922 y 1927 residieron en Italia, gracias a una beca obtenida por su marido en la «Academia de España» de Roma.
Entró en el círculo de Ortega y Gasset. Publicó en la Revista de Occidente dos relatos (Chinina Migone, 1928, y Juego de las dos esquinas, 1929) y el ensayo Esquema de los problemas culturales y prácticos del amor (1931), y también en La Gaceta Literaria.
Al estallar la Guerra Civil Española, Pérez Rubio se alistó y Chacel firmó el Manifiesto de los intelectuales antifascistas, colaboró con la prensa republicana y trabajó como enfermera. El agravamiento de la situación militar provocó la decisión de enviar al exterior de las obras del Museo del Prado, responsabilidad que se encargó a Pérez Rubio. Chacel y su hijo partieron a Barcelona, Valencia y a Francia, con una breve etapa en Grecia, donde fueron hospedados por Nikos Kazantzakis. La familia logró reunirse tras la caída de la República y se trasladaron a Brasil.
En 1959 se le concedió una beca Guggenheim durante dos años en Nueva York. En 1963 residió en España durante un año y regresó definitivamente en 1973 con una beca de la Fundación March para terminar Barrio de Maravillas. Esta última etapa fue la más fecunda desde el punto de vista literario.
Murió en Madrid el 7 de agosto de 1994.
Memorias de Leticia Valle
Rosa Chacel
Rosa Chacel,
vallisoletana de 1898, largamente exilada en Brasil y Argentina tras la guerra
civil, fue un personaje muy singular y una mujer inteligente y llena de
energía. Creía mucho en las teorías “deshumanizadoras del arte” de Ortega,
y por eso le enfurecía que le preguntaran por el argumento de una novela, las
suyas siempre muy mentales y muy bien escritas. Debo decir que quise mucho a
Rosa y que fui gran amigo suyo hasta su muerte con 96 años en Madrid. Está
enterrada en su tierra. Quizá por su afán intelectual Rosa valoraba como su
obra maestra “La sinrazón” (1960) un libro hondo, quizás difícil, y hacía menos
caso -con simpatía condescendiente- a una de sus más exitosas novelas y la
primera que editó en el destierro, en Argentina, “Memorias de Leticia Valle” ,
de 1945. Es cierto que se trata de una novela más sencilla, con más argumento,
aunque adelgazado por las reflexiones y que tuvo la virtud -ello sí, desde
ángulos distintos- de anticiparse en diez años al tema básico de la célebre
“Lolita” (1955) de Nabokov.
Leticia Valle es
una preadolescente precoz y lista que vive en Simancas (la acción debe situarse
hacia 1912) donde tiene en la escuela a un maestro hombre culto y moderno
que se fija en el valor de la muchachita. Aunque parecerá que es el maestro
quien se enamora de Leticia y sucumbe y un hondo sentido de culpabilidad le
lleva al suicidio, en realidad la cosa es muy otra. Leticia Valle escribe sus
memorias en Suiza, en casa de unos parientes, adonde la han llevado tras
el escándalo y los luctuosos sucesos de la escuela. Pero en el pensado y bien
analizado relato de la jovencita, vemos que no es el maestro el que quiere
seducir a la chica, sino esta la que un tanto sin darse cuenta y a la par
sabiendo bien lo que hace, es ella, digo, la que en todo momento intenta
seducir a ese maestro que la cuida y llevarle a su perdición. Es cierto
que se trata de una novela lineal y amena, pero trufada de continuo –para bien-
por los pensamientos y consideraciones de Leticia sobre lo que sucedió en Simancas
y sobre su historia, en muchos sentidos secreta hasta el fin, con el maestro.
Es decir si la novela es más “fácil” que otras de Rosa, no deja de estar
presente el estilo de la autora de cuerpo entero. Autora (además de
novelas) de relatos y de ensayos, algunos tan bellos como “Saturnal” -1972-
Rosa Chacel es una de nuestras grandes escritoras –no importa el sexo- de la
Edad de Plata. Algunos se han preguntado por si puede llegar a ser una autora
de mayorías, y debemos decir que hoy por hoy –la cultura tan por los suelos-
no, probablemente. Pero en “Memorias de Leticia Valle” la gran prosista límpida
y lúcida, dejó un libro singular que pueden leer todos.
En 1980 un director
del que luego no hemos sabido mucho, Miguel Ángel Rivas, llevó al cine
“Memorias de Leticia Valle”, película muy digna, interpretada por una muy
joven Emma Suárez que da una Leticia, más que creíble. Novela necesaria,
sin duda.
A
punto de cumplir los doce años, Leticia, huérfana de madre, se
traslada con su padre, un militar que acaba de regresar de la guerra de
Marruecos, y con su tía Aurelia a Simancas (Valladolid). Allí, la niña, dueña
de un talento extraordinario y de sorprendente madurez, recibirá clases de
música en casa de Luisa, una mujer hermosa y “mundana” –en palabras de Leticia–,
con la que entablará una estrecha amistad. Daniel, marido de Luisa, entra en la
vida de Leticia cuando comienza a darle clases para no desaprovechar el gran
talento de la niña.
En Memorias de Leticia Valle, Rosa Chacel desarrolla de forma magistral la capacidad de seducción de la pequeña Leticia, quien, con perversa ingenuidad, juega con su propia pasión y con las pasiones que desencadena.
Esta novela fue galardonada con el Premio Castilla y León de las Letras en 1991.
En Memorias de Leticia Valle, Rosa Chacel desarrolla de forma magistral la capacidad de seducción de la pequeña Leticia, quien, con perversa ingenuidad, juega con su propia pasión y con las pasiones que desencadena.
Esta novela fue galardonada con el Premio Castilla y León de las Letras en 1991.
Esta gran novela
generó una reunión animada, con diversas interpretaciones sobre el significado
último de distintos episodios esbozados en la obra como a media voz -en el tono
de los secretos familiares-, y muchos comentarios sobre sus protagonistas, unos
personajes interesantes y complejos a pesar de moverse en un medio que podría
parecer, en principio, poco prometedor, como es una ciudad de provincias de la
España de principios del siglo XX.
Y es que la novela
parece encerrar claves simbólicas acerca de algunos episodios reales de la vida
de la autora y de personajes decisivos de su biografía, como Ortega y Gasset,
según sostiene la profesora Carmen Morán en un estudio crítico.
En definitiva, una
obra un poco hermética pero de innegable calidad y de gran capacidad evocadora,
de una escritora inteligente como pocas que no recibió en vida el
reconocimiento que su enorme literatura merecía.
Curiosas
memorias simuladas en las que la autora se pone en la piel de una niña de 12
años y nos cuenta lo que ve, oye y siente, con la personalidad e intereses de
una niña. La narración comienza de manera lineal y simple, pero al poco tiempo
el lector se da cuenta de que Leticia no nos cuenta todo lo que sabe, sólo nos
da pistas para que adivinemos la historia. Se dispara así un juego de
insinuaciones, veladuras y pequeñas claves que nos dejan intuir lo que en
realidad está sucediendo. Más que narrar, la autora sugiere, insinúa, en un
relato que presenta varios niveles de lectura y cierta complejidad que puede
pasar desapercibida. Hay una versión cinematográfica, que la verdad
es que no he visto, dirigida por Migel Ángel Rivas en 1980
con Emma Suárez como protagonista.
Por
supuesto Chacel emplea pasajes y experiencias de su infancia, rasgos
reales que recicla y emplea para retratar a un personaje imaginario, que solo
coincide con ella en algunos puntos. El centro del libro es la relación
intelectual de admiración entre la niña y don Daniel, un hombre muy culto que
parece representar en parte a Ortega y Gasset.
Rosa
Chacel conoció al filósofo español y fué una de sus alumnas más
aventajadas. Sin embargo siempre tuvo sentimientos ambivalentes hacia su
profesor, en el que rechazaba el que considerase a la mujer sólo como un objeto
de seducción y asignase la facultad de filosofar al hombre casi en exclusiva.
Ella mantuvo siempre un cierto antifeminismo, en el sentido que creía que la
mujer no tenía que reivindicar ningún derecho, sino simplemente tomarlos y
ejercerlos.
diumenge, 14 d’octubre del 2018
Petit Pays de Gaël Faye
Petit Pays narre l'histoire de Gabriel, fils
d'un couple franco-rwandais âgé de dix ans ; le récit se déroule à Bujumbura,
la capitale du Burundi, au début des années 90. Avec ses amis, Gabriel passe
son temps à faire les quatre cents coups, insouciant et heureux. Par le
truchement de son personnage, Gaël Faye nous fait (re)découvrir avec nostalgie
le Bujumbura heureux d'avant la guerre civile. Mais la joie et la légèreté vont
bientôt faire place aux tracas et à la peur. D'abord au niveau familial, avec
la séparation des parents de Gabriel puis, d'une manière plus tragique, par les
dissensions politiques grandissantes et le regain mortifère de la haine entre
Hutu et Tutsi. Pour Gabriel, ce monde qui bascule brutalement dans l'horreur de
la guerre sonne le glas de son insouciante et innocente enfance.
UNE AUTOBIOGRAPHIE ROMANCÉE OU UN ROMAN
AUTOBIOGRAPHIQUE ?
Quelles sont les parts d'autobiographie et de
romance dans ce récit ? Peu importe finalement, tant Gaël Faye parvient à
donner chair, avec pudeur et poésie, à un émouvant récit nourri de son enfance
burundaise, enfance traumatisée par la folie de l'Homme. Sa plume impétueuse
nous transporte avec lui au cœur de ses souvenirs, au cœur de son imaginaire,
et ce pour notre plus grand plaisir. Une réussite totale !
Gaël Faye
Gaël Faye est né en 1982 au Burundi d'une mère
rwandaise d'ethnie tutsi, et d'un père français. Il doit quitter Bujumbura en
1995, lorsque le Burundi est atteint par ricochet par le conflit entre Hutus et
Tutsis au Rwanda voisin. Déraciné en région parisienne à
Saint-Quentin-en-Yvelines (Yvelines), Gaël Faye souffre du froid et du béton,
ainsi que d'un statut de métis jamais facile à assumer. Etudiant studieux, Gaël
Faye est attiré par l'écriture, le rap, et le slam. Il débute cependant une
carrière dans la finance avant de balancer le costume gris des traders pour
celui plus décontracté de chanteur.
En 2008, il forme avec Edgar Sekloka rencontré
en 2004, le duo Milk Coffee and Sugar. Inspiré par le rap soul de The Roots,
Milk Coffe and Sugar sort en 2010 un premier album homonyme. Révélation du
Printemps de Bourges en 2011, Milk Coffee and Sugar se produit ensuite en
première partie de Hocus Pocus ou Ben l'Oncle Soul sans rencontrer le succès
pour lui-même. Sans que le groupe ne soit séparé, Gaël Faye sort en 2013
l'album Pili Pili sur un Croissant au Beurre où il définit son identité avec le
concours de Ben l'Oncle Soul et de l'Angolais Bonga.
Biografia de Carlos Ruíz Zafón
Carlos Ruiz Zafón (Barcelona, 25 de setembre
de 1964) és un escriptor català que escriu en castellà i català. Viu a la
ciutat californiana de Los Angeles des de 1993, on es va dedicar uns anys a
escriure guions de cinema al mateix temps que desenvolupava la seva carrera com
a novel·lista.
La seva primera novel·la per a adults, L'ombra
del vent, va ser un gran èxit de vendes, aclamada com una de les grans
revelacions literàries dels últims temps. Aquesta novel·la s'ha traduït al català
i a més de 36 idiomes, ha venut cinc milions d'exemplars en tot el món i ha
obtingut nombrosos premis internacionals.
La literatura de Carlos Ruiz Zafón es
caracteritza per un estil molt elaborat amb gran influència de la narrativa
audiovisual, una estètica gòtica i expressionista i la combinació de molts
elements narratius en un registre tècnicament perfecte. Aquesta tècnica
impecable i un extraordinari domini del llenguatge i de l'estructura narrativa
li permet combinar elements dispars, des de la tradicional novel·la del segle
XIX a una ocupació impactant d'imatges i teixidures de gran força sensorial.
Ruiz Zafón és així mateix un gran creador de personatges, la qual cosa unit al
seu expert domini de la tensió i la construcció narratives li permet articular
trames d'extraordinària complexitat amb una simplicitat i facilitat enganyoses.
Carlos Ruiz Zafón és també pianista i
compositor.
El presoner del cel de Carlos Zafón
Publicada en castellà el 17 de novembre, la
tercera part de la trilogia d’El cementiri dels llibres oblidats, Zafón
recupera l’esperit de L’ombra del vent.
L’editorial Planeta també s’encarrega de
l’edició en català de la novel·la de Carlos Ruiz Zafón. A més de la traducció
catalana properament es publicarà a
Itàlia i al Regne Unit.
Segons Zafón aquesta tercera part compta amb
un ritme narratiu molt més àgil que la fosca i obscura El joc de l’àngel.
De fet, Carlos Ruiz Zafón destaca la
lluminositat d’El pressoner del cel i també destaca que ara es desvetllaran
algunes claus importants de la tetralogia ‘’ara les peces del trencaclosques
comencen a encaixar i veurem la jugada que s’oculta darrere d’aquesta saga d’El
cementeri dels libres oblidats. Ara totes les claus són reinterpretades i
aquelles claus o peces que semblaven inconnexes ara tindran sentit.
Carlos Ruiz Zafón Zafón qualifica també les
seves novel·les com un caleidoscopi d’històries que es poden llegir
independentment, però que estan interconnectades.”
El presoner del cel torna a recuperar
personatges ja coneguts dels seus lectors, com Daniel Sempere i Fermin Romero,
sense oblidar indrets enigmàtics com El cementiri dels llibres oblidats. La
lluita entre el be i el mal torna a manifestar-se en la nova novel·la, i en
aquesta ocasió apareix en escena un nou personatge anomenat Mauricio Valls, que
serà força recordat entre els lectors per la seva maldat.
Nadal
de 1957.
El Nadal del 1957 és el punt de partida d’Elpresoner
del cielo i la llibreria dels Sempere el
lloc on comença la novel·la. Una conversa entre Daniel Sempere i el seu
pare sobre com millorar les vendes de la
llibreria inicia una narració que comptarà amb personatges com Fermin Romero
que en aquests moments es troba preparant la seva boda amb Bernarda.
De cop i volta un misteriós personatge visita
la llibreria dels Sempere i Fermin Romero anirà recordant episodis foscos de la
seva biografia quan va estar empresonat als calabossos del castell de Montjuïc
on, després de l’entrada de les tropes franquistes a Barcelona el 1939, es
practicava una implacable repressió sota la direcció del frustrat lletraferit Mauricio Valls, posteriorment prohom del
règim.
dissabte, 13 d’octubre del 2018
Biographie de Jen -Claude Lalumière
Jean-Claude
Lalumière est un
romancier francais né le 16 d e
février de
1970 à Bordeaux Il
a d’abord écrit des
ficcions radiophonics pour Radio France .
Son roman Le
Front russe, paru à
laa rentrée littéraire de septembre
2010, a reçu un
accueil favorale de la critique
et dels lecteurs. Son
roman La Campagne de Frace sorti en janvier
2013, a été qualifié de
Houellebecquien mais beaucoup plus dròle par
Hubert Artus.
Sébastien
Lapaque le qualifie de “Subtil
portraitiste satiriste féroce , marionnettiste habile
et juge impitoyable du grotesque
de son époque”
Le Front Russe de Jean Claude Lalumière
Enfant unique d’un ennuyeux couple de la
petite bourgeoisie bordelaise, le narrateur, alors qu’il était enfant, rêvait
d’ailleurs en lisant et relisant encore et encore les cinq numéros de Géo et
l’atlas que lui avait offert son oncle Bertrand :
« Je découvris alors qu’il existait d’autre
contrées, d’autres pays dont je n’avais jamais lu ni même entendu les noms. Je
parcourais les cartes une à une, en étudiais les reliefs, suivait de l’index le
tracé des côtes, apprenais les noms qui y figuraient. Leurs consonances
exotiques me faisaient rêver : Saskatchewan, Kuala Lumpur, Addis-Abeba,
Mozambique… Dès lors, je voulus découvrir ce vaste monde en vrai, sans le
filtre du papier glacé, des paysages si souvent observés dans Géo à ceux que j’imaginais
d’après les commentaires des cartes de l’atlas de l’oncle Bertrand. »
Afin d’accomplir ses rêves, il aurait pu
devenir explorateur, aventurier, etc., mais, trop timoré, il a préféré passer
le concours pour entrer au Quai d’Orsay. Ce sont ses débuts au Ministère des
Affaires étrangères que le narrateur nous raconte. Les désillusions seront
nombreuses et les voyages bien rares… Jean-Claude Lalumière nous invite à
suivre les mésaventures de ce jeune provincial emprunté et candide qui, à cause
d’un malheureux attaché-case, sera immédiatement placardisé dans une annexe du
Ministère, une sinistre tour juxtaposée à la gare d’Austerlitz, au “Front
russe”, c’est-à-dire au « bureau des pays en voie de création/section Europe de
l’est et Sibérie ». Entourés de collègues plus dingues que les autres, le
lecteur suivra ses démêlés avec l’administration, notamment à propos d’une
drolatique histoire de pigeon mort. Plus hilarantes encore que ses péripéties
professionnelles seront ses relations amoureuses avec Aline, sa jeune collègue.
Quiconque lira Le Front russe ne regardera plus jamais un yorkshire de la même
manière…
Le Front russe est un petit roman aussi drôle
que bien écrit, une lecture idéale pour l’été.
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